12 pistas ... 12 ideas
Si bien los educadores y teóricos del duelo nos dicen que un diagnóstico de duelo complicado ni siquiera debe intentarse hasta después del primer aniversario de la muerte, si alguna de las siguientes pistas sintomáticas existe durante más de seis meses, es posible que desee considerar la terapia de duelo o Terapia de duelo: no se puede hablar del difunto sin experimentar un dolor intenso y fresco mucho después de la pérdida. Un evento relativamente menor desencadena una reacción de duelo intensa. Sus conversaciones con los demás están plagadas de referencias a la pérdida. En otras palabras, la pérdida es un motivo siempre presente en su visión del mundo. Tiene problemas relacionados con las posesiones de su ser querido. Mantener todo igual que antes de su muerte podría indicar problemas, al igual que deshacerse de todo de inmediato también puede ser una pista para un duelo desordenado. (También debe tener en cuenta su origen cultural y religioso). Ha desarrollado síntomas físicos similares a los del difunto antes de su muerte. A veces, estos síntomas se repiten anualmente, en el aniversario de la muerte o en días festivos. Una mayor susceptibilidad a la enfermedad o el desarrollo de una enfermedad física crónica también puede ser un indicador. Si ha realizado cambios radicales en su estilo de vida, o ha excluido amigos, familiares o incluso actividades asociadas con el fallecido, puede indicar un dolor no resuelto. Una larga historia de depresión, a menudo marcada por la culpa o la baja autoestima, puede revelar un duelo desordenado. Lo contrario también es cierto: una persona que experimente una falsa sensación de felicidad o euforia podría estar experimentando un dolor no resuelto, una compulsión por imitar al difunto, en personalidad o comportamiento, puede ser un signo de duelo complicado, tener impulsos autodestructivos o exhibirse a sí mismo. -Las conductas destructivas pueden ser significativas. Estos pueden variar desde el abuso de sustancias, la autolesión, el desarrollo de trastornos alimentarios y tendencias suicidas. Una sensación de tristeza inexplicable que ocurre en un momento determinado cada año (días festivos, aniversarios o cumpleaños) también puede ser un indicio de un duelo no resuelto. Un gran temor a morir, especialmente cuando se relaciona con la enfermedad que acabó con la vida de su ser querido, es una pista importante. Si ha evitado visitar la tumba de su ser querido o si aún no está dispuesto a hablar sobre las circunstancias de su muerte, esto podría indicar complicaciones en su duelo. Hay muchos tipos de duelo complicado; puede ser tardío, enmascarado, exagerado o crónico. El autodiagnóstico no tiene propósito. Un año después de la muerte, si siente que sus síntomas de duelo empeoran, le recomendamos que busque una derivación de su médico de cabecera para recibir terapia o asesoramiento profesional para el duelo.